Tal y como lo prometimos, Revista A Uno brinda un espacio para promover el trabajo que está realizando esa población de emprendedores que abundan en Venezuela. En esta primera oportunidad, le damos la bienvenida a Karelys González de AKJOYAS, quien ya dio sus primeros pasos en el competitivo mundo del diseño. Aquí su historia y parte de su trabajo.
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Su encantadora personalidad, su dulzura, su estilo, su gusto y su talento han llenado varias veces las páginas de revista. En esta ocasión, Karelys González- AKJOYAS- muestra su cara y comparte una historia llena de perlas, corales, brillantes y trabajo, sobre todo eso, mucho trabajo. La experiencia la consolidan como una de las creadoras venezolanas más sólidas en el campo de los complementos. Con una trayectoria discreta pero llena de destellos hoy nos cuenta su aventura dentro del mundo de la moda.
Gracias a su pasión su línea tiene 3 años dedicándose al diseño de accesorios. Es publicista de profesión, carrera que dejo de ejercer para abrir su empresa que lleva por nombre AKJOYAS. Sin embargo, actualmente marca pauta en las vitrinas de las tiendas de accesorios. De niña se imaginaba diseñando, de allí el origen de su capacidad creadora y esa curiosidad por construir y mezclar elementos, los cuales combina con simbología y piezas cargadas de misticismo.
Karelys diferencia una colección de la otra por los materiales que utiliza; el yute es pieza imprescindible en sus creaciones independientemente de lo formal o informal que sea. Al principio, lo combinaba con piedras semi preciosas, con un estilo rústico, de colores tierra y coral, algunos incrustados en plata, siempre conservando el toque artesanal.
Recién graduada de Publicista, Karelys emprende una carrera impecable en una reconocida transnacional, donde por más de un año fue la ejecutiva responsable de crear las vallas publicitarias de los productos que representaba esta empresa. Recuerda que “solía ser una esponja, me nutria del conocimiento de mis otros compañeros, nunca dije: no lo se hacer, creo que esto fue importante”. Las cosas se encaminaron hacia otro rumbo y decidió irse por el lado de la orfebrería, así fue como comenzó la idea de lanzar una línea, ya que en sus ratos libres solía ocupar su tiempo haciendo accesorios para ella.
Gracias al “boca a boca” tiendas de diferentes ciudades la contactaron para comercializar sus accesorios. Participó en algunos bazares locales, pero la demanda de trabajo no le ha permitido continuar con esta actividad, “me gustaba mucho por el sentido social que involucra”.
Corales, ónix, cuarzos, colmillos, turquesas, mariquitas, ranitas, símbolos de la paz, figas, símbolos religiosos, hindúes, hebreos, amuletos y muchos detalles más, son algunas de las cosas que rodean a Karelys, su gusto ecléctico y la pasión por las antigüedades la acompaña en cada rincón.
Es una fanática de la vida multicultural, de hecho viaja para llenarse de inspiración, para ver materiales, formas, imágenes, recorre mercadillos, iglesias, anticuarios, artesanos y lo que se le cruce por el frente que le llame la atención, de allí toma ideas para crear sus diseños.
Hay varias cosas que la diferencian. “El nudo es algo presente en mis piezas. Siempre el nudo ha estado en el medio, nunca tendrás una piedra pegada a la otra completamente, es un trabajo totalmente hecho a mano”. Sus elementos preferidos son la plata y oro, este último es su preferido a la hora de diseñar.
Hay que creer firmemente en lo que uno hace. Ser disciplinado, constante, la creatividad es como un músculo, hay que entrenarlo todos los días. Nunca digas: Aquí no se puede hacer nada. En Venezuela hay de todo para crear".



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